Feliz Consumismo

Aunque la Navidad no es la fiesta que más me gusta precisamente, de una u otra forma participo, y me dejo arrastrar por la marea del consumismo, a ver,  ¿quién no come las uvas al son de las campanadas?  ¿Se infla a comer y beber como si no hubiera un mañana? La locura del consumismo y los excesos se apodera de nosotros.

¿Qué es la Navidad?

Personalmente pienso que no solamente para mí, me parece que como a la mayoría de las personas, yo veo estas fiestas como una celebración puramente comercial. Y si no, mira  alrededor y ve cómo se celebra está fiesta. ¿Cuántas personas conocéis en vuestro entorno que no se dejen arrastrar por la fiebre consumista en estas fechas? Creo que la mayoría entramos en trance y nos dejamos llevar por la fiebre consumista, que nos arrastra sin remedio a comprar comida, regalos... Sin importar en exceso que los productos que doblen su precio normal, (que digo, doblar, en ocasiones lo multiplican por mucho). Y si nos importa, nos resignamos y compramos igualmente, porque es lo "normal" 

Me parece muy bien que gente que tiene una situación económica desahogada gaste a lo loco, pero es que incluso personas a las que les cuesta mucho llegar a fin de mes, se dejan llevar por esta fiebre loca de consumismo, aunque después lo acusen, y de que forma!
 Y me pregunto yo: es necesario gastar de esta forma para celebrar, o es que de lo contrario no hay Navidad en tu casa? Pues parece que sí!

Y analicemos la otra posibilidad: la celebración religiosa o la fiesta espiritual.

 Sinceramente pienso que poca gente ve estas fiestas como una celebración religiosa, y me da la impresión de que cada vez serán menos los que la celebren así. Quizá sea por que yo tampoco la veo así. En casa el nacimiento dió paso al árbol de Navidad, y otros adornos. Me gusta ver los belenes que se exponen, pero más como atracción turística, que como motivo religioso. Y por lo que voy viendo, en mi entorno, la gran mayoría piensa como yo.

No me gustan especialmente estas fiestas, veo que son puramente comerciales, un frenesí de carreras por comprar los últimos detalles, adornos, comida, juguetes... , consumismo desbocado. 
Luces, colores, alegría, me parecen unas fechas en las que la hipocresía brilla casi tanto como los adornos navideños. No entiendo por qué hay que ser tan bondadoso en estas fechas, desear lo mejor a todo el mundo, felicitar las fiestas a todos, comer y beber hasta reventar... No sería mejor más moderación? Y el resto del año? De verdad nos preocupa, aunque sea un poco que a todo el mundo le vaya bonito?
Me parece que deberíamos ser justos y más honestos con nosotros mismos y con los demás, que quizá toda esa bondad y esa solidaridad que derrochamos estos días, bien repartida podría ser más útil, utilizada todo el año. Ayudar en la medida de lo posible, no solamente ahora por ser estas fechas, comer y beber con moderación, porque después vienen las lamentaciones, que si colesterol alto, los kilos de más, la cuenta en números rojos... Pero todos los años es lo mismo!

 No me gustan las Navidades, es cierto que en muchas familias es la oportunidad de juntarse todos para celebrar. Pero en otras también lo es por fuerza, y en vez de celebrar se arma la marimorena. Quizá en mi caso sea que no tengo familia desperdigada por el mundo, por lo tanto estas fechas no significan para mí esos reencuentros tan esperados. Afortunadamente mi familia vive cerca y nos vemos durante todo el año muy amenudo, por lo tanto, me alegro de celebrar y juntarme con ellos, pero no más que en otras ocasiones. 


 Los regalos

A la hora de regalar lo más sencillo es comprar los regalos. Auque hay la posibilidad de hacerlos o personalizarlos, yo recurro a lo ya hecho. Quizá por comidad y rapidez, es la opción preferida por la mayoría, empezando por las felicitaciones y terminando por los detalles.
Pero eso no quita que a mí personalmente me encanten los regalos hechos artesanalmente. Creo que a parte del valor económico que tienen, hay un valor añadido que no se puede pagar: el tiempo dedicado a hacerlos, el amor que la persona pone a cada uno de ellos, la creatividad... Por todo eso, son únicos. Me encantan, porque recibir un regalo artesanal significa llevarte algo exclusivo, único. Aunque se fabriquen con los mismos materiales, hay pequeños detalles que los diferencian, en contraposición con los productos hechos de fabrica. Sin contar que se pueden personalizar, para cada persona en particular.

 Aunque no suelo recibir este tipo de regalos artesanales, supongo que porque como yo, la mayoría prefiere comprar, y no emplear su tiempo en crear nada, me encantaría que me regalasen de éstos.

Entiendo que la mayoría, por falta de tiempo, por comidad, y porque a veces las personas a las que regalamos no saben apreciar los productos artesanales, regalemos productos ya hechos, y no nos compliquemos. Aún así, como se puede ver, el día después de recibir los regalos, las tiendas se llenan de gente que quiere cambiar o directamente devolver lo regalado y quedarse con el dinero.

Propósitos de año nuevo.

Incluso en ésto, la mayoría nos dejamos llevar por la marea, parece que después de los excesos hay que proponerse nuevos retos que rara vez cumplimos, pero cada fin de año, vuelta a empezar. 

Yo como casi todos los años me propongo ser mejor persona,  y modestamente, creo que poco a poco lo estoy consiguiendo. Será la madurez, la experiencia, pero me voy dando cuenta que hay veces que no vale la pena discutir, ni disgustarse; que el mundo no se detiene, aunque tú lo hagas; que hay que ayudar a quienes quieren ayudarse; que hay que quedarse con las cosas, las personas y las vivencias positivas, porque son lo que verdaderamente importa, soltar lastre y no aferrarse a lo que nos impide avanzar...

Tú qué opinas de estas fiestas?

Nos vemos en el año nuevo, disfruta a tope desde el primer hasta el último día, sacando lo mejor de ti.

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